Boeing pierde menos de lo esperado, pero profundiza recortes de empleo por efecto pandemia
El fabricante de aeronaves estadounidense estima seguirá eliminando miles de puestos de trabajo hasta finales de 2021, a una plantilla de alrededor de 130 mil personas.
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El fabricante estadounidense de aeronaves Boeing dijo este miércoles que sumará miles de nuevos recortes de empleo a sus más de 16 mil puestos ya eliminados, luego de reconocer que la industria de los viajes aéreos -y, por ende la demanda de aviones- tardará mucho más tiempo en recuperarse del impacto de la pandemia.
El CEO de la compañía, Dave Calhoun, dijo a los empleados que apuntan a tener una plantilla de 130 mil personas para fines de 2021, muy por debajo de la cifra que había ofrecido a inicios de año. En ese momento, la empresa estimaba recortar el 10% de su plantilla, entonces en 160 mil.
Así las cosas, cerca de 19 mil empleados dejarán Boeing en 2020, aunque tiene previsto agregar nuevas posiciones en su unidad de defensa que ha mostrado ser más estable.
"A medida que nos alineamos con las realidades del mercado, nuestras unidades de negocios y funciones están tomando decisiones de personal cuidadosamente para priorizar el desgaste natural y la estabilidad a fin de limitar el impacto en nuestra gente y nuestra empresa", dijo Calhoun en una nota al personal.
El anuncio se produjo después de que la compañía informara los resultados del tercer trimestre, que más allá de las pérdidas fueron mejor a lo esperado.
Desglose de resultados
Boeing reportó pérdidas por US$ 1,39 por acción, mucho mejor del promedio de las estimaciones de Refinitiv que ubicaban la cifra en US$ 2,52 por papel. En tanto, logró ingresos por US$ 14.100 millones, más de los US$ 13.900 millones esperados por el mercado.
Además, la firma detalló que tiene un flujo de caja negativo de US$ 5.080 millones, aunque muestra una leve recuperción respecto del trimestre anterior.
El impacto de la pandemia en la demanda de viajes aéreos, que aún no ha vuelto a la mitad de los niveles del año pasado, ha empeorado la crisis de Boeing, que comenzó hace dos años con el primero de dos accidentes aéreos que involucraron a su unidad más vendida, el 737 Max.
Los reguladores se encuentran al final de la revisión de los aviones, pero aún no los han aprobado, lo que impide que Boeing los entregue a los clientes y, como resultado, limita su flujo de efectivo.